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miércoles, 13 de mayo de 2009

La obra de seis directores de cine católicos



El Padre Blake explora la vida

La obra de Seis Directores de Cine Católicos

por Sean Smith
Editor de Chronicle

Ciertamente la actuación y los diálogos ayudaron a Frank Capra a convertir en un clásico "It's A Wonderful Life", dice el profesor Richard Blake, SJ (Fine Arts), como también ayudaron las canciones.

El dueto carismático de George Bailey y Mary Hatch, "Buffalo Gals", o el coro espontáneo de "Hark! The Herald Angels Sing" y "Auld Lang Syne" al final constituye más que un soundtrack, dice el Padre Blake. Reflejan la apreciación de Capra en cuanto al rol de la música en la construcción de una comunidad, un legado de sus años de juventud de cuando cantaba junto a su familia en el coro de una iglesia Católica en Sicilia, su tierra natal.

Alfred Hitchcock

Esta faceta de la experiencia juvenil de Capra ayuda a impregnar "Wonderful Life" – así como muchas otras de sus películas – con una dimensión religiosa, especialmente su celebrado final musical, señala el Padre Blake, quien es un critico de cine de la revista America.

"Auld Lang Syne" es una afirmación del renacimiento de la comunidad a través del sufrimiento y el triunfo de George, su líder inspiracional," dice. "Capra está sugiriendo un renacimiento, el inicio de una nueva era en la vida de George Bailey y de las personas de Bedford Falls."

Martin Scorsese


Capra es uno de los seis prominentes directores estadounidenses respecto de los cuales el Padre Blake explora sus usos de los simbolismos e imaginería católica en su nuevo libro AfterImage. Subtitulado “La indeleble imaginación Católica de Seis cineastas estadounidenses” (The Indelible Catholic Imagination of Six American Filmmakers), el libro examina también las películas de Martin Scorsese, John Ford, Francis Ford Coppola, Brian De Palma y Alfred Hitchcock.

John Ford

El Padre Blake utiliza el concepto de “afterimage” (imagen posterior) – la imagen que permanece en el ojo de la mente luego de que cesa su estimulación o esta es removida – como una metáfora respecto de la imaginación de esos cineastas Católicos, así como también para el título del libro.

"En algún momento de sus vidas, y en diversos grados, estos seis se vieron distanciados de los estímulos originales de sus experiencias religiosas en su juventud", explica. "Pero el estímulo fue tan poderoso, como el flash de un fotógrafo, que dejó una afterimage (imagen posterior) en su imaginación artística.

"De hecho, aunque cada uno de ellos haya cerrado sus ojos y hayan tenido estímulos no-Católicos," continua el Padre Blake, "la imagen posterior (afterimage) se introduce y deja un halo de significados al objeto de sus atenciones concientes."

Francis Ford Coppola

El Padre Blake eligió a estos seis no solo debido a su lugar en la historia del cine, sino porque representan diferentes tipos de Católicos, desde las contrastantes experiencias como italo-estadounidenses de Scorsese y De Palma hasta la crianza de Ford en un circulo irlandés-Católico en Maine, así como también la eventual metamorfosis del inglés Hitchcock como un Católico Estadounidense.

"Por todas estas diferencias, sus películas muestran un tipo de espiritualidad inconfundible e identificable," dice el Padre Blake. "Casi sin excepción, muestran un sentido Católico del pecado, la culpa, la enmienda y la redención. Sus héroes más virtuosos luchan con la gracia como miembros de una comunidad de pecadores. Buscan la redención junto a la comunidad más que como individuos, y usualmente la salvación se logra mediante el amor y auto sacrificio de un salvador"

En un capitulo introductorio, el Padre Blake examina el rechazo de los críticos de cine a utilizar la religión como una herramienta de análisis. También identifica grandes características de la imaginería Católica – sacramentalmente, meditación y comunión – y, contrayendo un artículo sobre la moral teológica de James Leenan, SJ, enumera elementos familiares a la imaginación Católica como se representan en las películas. El amor Católico por los santos, las actividades devocionales, los mentores, la narrativa sobre el crecimiento moral, por ejemplo, y su consideración por la jerarquía.

Luego el Padre Blake dedica un capítulo a cada cineasta, ofreciendo un pequeño bosquejo biográfico con una atención particular al trasfondo Católico de cada director.

Brian De Palma


En su sección sobre Coppola, el Padre Blake identifica "The Conversation" como la película más Católica del director y describe el fallido intento de salvación del protagonista mediante las buenas obras, terminando con su aislamiento de la redención del amor. La película ejemplifica un tema central en muchas de las películas de Coppola, el conflicto entre la moral pública y la vida privada.

El trabajo de Ford es categorizado por el Padre Blake como “Una travesía al Reino Eterno”, como se ve en películas como "Stagecoach," donde los protagonistas principales soportan una experiencia terrible de purificación y, al final, son libres para buscar la tierra prometida juntos. Si bien es poco probable que Ford tuviera la intención de hacer su película como alegorías religiosas, el Padre Blake señala que, sus nociones sobre la comunión, la salvación, la conciencia y la vida son un viaje a la casa materna que refleja una imaginería católica.

"Veo a la tradición religiosa como un ADN en el hueso medular," dice el Padre Blake. "Influencia la forma en que la persona piensa e imagina, y si la persona es un artista entonces esa tradición se encontrará en las producciones de su imaginación."

Sacado y traducido de Fr. Blake Explores Lives, Work of Six Catholic Filmmakers

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