The Story of Us es una película de 1999 dirigida por Rob Reiner y protagonizada por Bruce Willis y Michelle Pfeiffer como Ben y Katie Jordan una matrimonio de 15 años a la fecha.
La película muestra el matrimonio desde una serie de flashbacks no lineales. Cada cierto tiempo aparecen una serie de "entrevistas" a personajes, de forma similar a la que utilizara Rob Reiner en su anterior película When Harry Met Sally.
No es una película católica, pero si es una película sobre una matrimonio que tras 15 años de casados y dos hijos, se está derrumbando y lo que antes los uniera ahora detestaban, por lo que ambos tendrán que poner de su parte para salvar el matrimonio... si es que eso quieren realmente.
La película muestra el matrimonio desde una serie de flashbacks no lineales. Cada cierto tiempo aparecen una serie de "entrevistas" a personajes, de forma similar a la que utilizara Rob Reiner en su anterior película When Harry Met Sally.
No es una película católica, pero si es una película sobre una matrimonio que tras 15 años de casados y dos hijos, se está derrumbando y lo que antes los uniera ahora detestaban, por lo que ambos tendrán que poner de su parte para salvar el matrimonio... si es que eso quieren realmente.
Elenco
* Bruce Willis as Ben Jordan
* Michelle Pfeiffer as Katie Jordan
* Colleen Rennison as Erin Jordan at ten
* Jake Sandvig as Josh Jordan at twelve
* Casey Boersma as Josh Jordan at two and a half
* Tim Matheson as Marty
* Rob Reiner as Stan
* Julie Hagerty as Liza
* Rita Wilson as Rachel
* Paul Reiser as Dave, Ben's literary agent (uncredited)
* Red Buttons as Arnie Jordan
* Betty White as Lillian Jordan
* Jayne Meadows as Dot
* Tom Poston as Harry
* Sue Robbins as Ulksa Raflei
Datos de Wikipedia
Mejor conviértanse a Cristo Jesús que al catolisismo
ResponderEliminarQue buen chiste, apenas has vivido 100 años y el Crisitanismo tiene 2000 años, y nos dices que dejemos ese Cristianismo Católico de siempre?, algo similar le dijeron a Policparpo en el año 150, Año 155. LA MULTITUD EXCLAMÓ ESTE ES EL MAESTRO DE LOS CRISTIANOS. El procónsul repitió:"Jura por el César y te dejaré libre; reniega de Cristo". Y el Santo respondió "Durante ochenta y seis años he servido a Cristo, y nunca me ha hecho ningún mal. ¿Cómo quieres que reniegue de mi Dios y Salvador? Si lo que deseas es que jure por el César, he aquí mi respuesta: Soy cristiano.
Eliminarel procónsul ordenó que un heraldo gritara tres veces desde el centro del estadio: Policarpo se ha confesado cristiano". Al oír esto, la multitud exclamó: "¡Este es el maestro de Asia, el padre de los cristianos, el enemigo de nuestros dioses que enseña al pueblo a no sacrificarles ni adorarles!" Como la multitud pidiera al procónsul que condenara a Policarpo a los leones, aquél respondió que no podía hacerlo, porque los juegos habían sido ya clausurados. Entonces gentiles y judíos pidieron que Policarpo fuera quemado vivo.
EliminarEn cuanto el procónsul accedió a su petición, todos se precipitaron a traer leña de los hornos, de los baños y de los talleres. Al ver la hoguera prendida, Policarpo se quitó los vestidos y las sandalias, cosa que no había hecho antes porque los fieles se disputaban el privilegio de tocarle. Los verdugos querían atarle, pero él les dijo: "Permitidme morir así. Aquél que me da su gracia para soportar el fuego me la dará también para soportarlo inmóvil". Los verdugos se contentaron pues, con atarle las manos a la espalda. Alzando los ojos al cielo, Policarpo hizo la siguiente oración: "¡Señor Dios Todopoderoso, Padre de tu amado y bienaventurado Hijo, Jesucristo, por quien hemos venido en conocimiento de Ti, Dios de los ángeles, de todas las fuerzas de la creación y de toda la familia de los justos que viven en tu presencia! ¡Yo te bendigo porque te has complacido en hacerme vivir estos momentos en que voy a ocupar un sitio entre tus mártires y a participar del cáliz de Cristo, antes de resucitar en alma y cuerpo para siempre en la inmortalidad del Espíritu Santo! ¡Concédeme que sea yo recibido hoy entre tus mártires, y que el sacrificio que me has preparado Tú, Dios fiel y verdadero, te sea laudable! ¡Yo te alabo y te bendigo y te glorifico por todo ello, por medio del Sacerdote Eterno, Jesucristo, tu amado Hijo, con quien a Ti y al Espíritu sea dada toda gloria ahora y siempre! ¡Amén!"