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lunes, 4 de enero de 2010

The Prisoner (1955)


The Prisoner (1955) es una película dirigida por Peter Glenville y protagonizada por Alec Guinness y Jack Hawkins. Escrita por Bridget Boland. Duración: 95 minutos. La película fue tan controversial que el Festival de Cine de Cannes y el Festival de Cine de Venecia prohibieron su participación en ellos.

Alec Guinness interpreta a un Cardenal, que está parcialmente basado en el  cardenal József Mindszenty y su falso juicio.

Ambientada tras la segunda guerra mundial en un país que fue invadido por los Nazis y posteriormente por "otro régimen totalitarista" (Comunistas)

Trama

La película comienza en Misa, la que está siendo celebrada por el Cardenal (Guinness), a quien en medio de la misma le avisan los feligreses que hay oficiales de policía esperando a que termine para arrestarlo. A la salida de la Catedral se le aproximan para detenerlo y el Cardenal le dice a las personas que están junto a él que si llegara a hacer una confesión esta sería falsa o lograda por sometimiento en contra de su real voluntad, el Cardenal tenía claro a lo que se dirigiría ahora.

La idea del gobierno totalitarista (Comunista) de este país inexistente (Hungría), es conseguir una confesión de Traición a la Patria para lograr que la gente pierda el inmenso respeto que tiene al Cardenal. Este respeto viene tanto por su categoría de Cardenal como también porque durante la invasión Nazi el sacerdote fue uno de los líderes de la resistencia, por lo que es admirado por ambos lados del país.

En el precinto de detención el Cardenal es despojado de sus posesiones y llevado para comenzar el interrogatorio, este es dirigido por un médico psiquiatra, que además es abogado (Jack Hawkins), quien ha ido perfeccionando sus métodos de interrogatorios afirmados en la tortura psicológica y el agotamiento físico, le afirma que no intentará nada en contra de su cuerpo, directamente, palabra que mantendrá, pero la depravación de sueño, el cansancio físico, los reiterados interrogatorios en que no se respeta ningún tipo de plazo, ni de hora para efectuarlos, van dejando sus huellas, poco a poco, en la mente del Cardenal. De tal forma que en un comienzo lo vemos como una persona correcta, moral, sumamente inteligente e ingenioso, preparado para las tretas del Interrogador, quien por su parte sabe que lograr una falsa confesión -tiene claro

Cuando el Interrogador le afirma que está seguro que llegará a la verdad, el Cardenal le responde "... seguramente está buscando una confesión, no la verdad."

Tanta la derrota que siente en el alma el Cardenal que le dirá a una persona "No juzgue el sacerdocio por un sacerdote"

Elenco

* Alec Guinness - El Cardenal
* Jack Hawkins - El Interrogador
* Wilfrid Lawson - El Carcelero
* Kenneth Griffith - La Secretaria
* Jeanette Sterke - La Mujer
* Ronald Lewis - El Guardia
* Raymond Huntley - El General
* Mark Dignam - El Gobernador
* Gerard Heinz - El Doctor

Críticas

En el sitio IMDb la película mantiene un 7,1/10 en base a la votacion de 500 usuarios. En el sitio recopilador de críticas Rotten Tomatoes mantiene un 60% de aprobación en base a las reseñas de 5 críticos de cine, y un 63% en base a las votaciones de 484 usuarios.

Es la primera película dirigida por Glenville, católico, dirigiendo a su amigo, Alec Guinness, converso al catolicismo, a quien volvería a dirigir en la película The Comedians basada en el libro de Graham Greene.

Bosley Crowther escribió el 12 de diciembre de 1955 para The new York Times "Esta es una película que te hará temblar-y pensar."

Vale la pena ver la película, psicológicamente es fuerte y realista. Poco a poco van destrozando y lavándole el cerebro a un Príncipe de la Iglesia, un régimen comunista (como todos los regímenes comunistas), que no se detendrá ante nada para quitarle toda credibilidad a un héroe nacional y cardenal católico, tal como sucedió en la realidad.

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"El cardenal József Mindszenty es el símbolo de cuanto la Iglesia y la nación húngaras han experimentado desde 1945. El impulso de la libertad en 1956 tropezó con la entrada de las tropas de ocupación y con la consolidación de una situación política impuesta. La actividad de la Iglesia quedó, desde entonces, limitada y sometida a los programas de ateización estatal de la sociedad. En el momento en que el pueblo logró liberarse del sistema que se le había impuesto, retornando a la democracia y a los derechos civiles normales - incluido el derecho a la libertad religiosa -, se han abierto nuevas posibilidades para una actividad regular de la iglesia."

 JUAN PABLO II,  AUDIENCIA GENERAL,  Miércoles 28 de agosto de 1991.

El cardenal Mindszenty fue enviado a prisión por los comunistas debido a su oposición a la nacionalización de los colegios católicos en su país. Además pidió a sus compatriotas católicos que se opusieran al régimen comunista que destruiría la Iglesia en Hungría. En el Departamento de la Policía Secreta fue interrogado durante 39 días y noches, sin parar. Durante 29 de esas noches fue golpeado hasta quedar inconsiente, y se le administraban drogas en sus comidas para romper su voluntad.

Se ha dicho que también se basaron en el cardenal Aloysius Stepinac, de Croacia, quien también condenó al gobierno comunista en Yugoslavia y fue sometido a un falso juicio. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II.

Final de la película

Al final de la película vemos a un Cardenal que ha sido derrotado, que ha renegado y se ha declarado traidor a su patria. Ahora la gracia es que la película nos mostró un proceso de tortura psicológica en que se rompió al sacerdote en muchos pedazos, se manipularon sus ideas y emociones, sus conceptos y su realidad como individuo histórico. Sale de la prisión y la gente lo deja pasar, no pueden creer lo que el Cardenal ha confesado, y si no lo creen o no están seguros resulta muy pronto como para manifestar su opinión. El sacerdote sale en alto. La gracia de la película es esta, que nos lleva a pensar y ojalá a leer un poco sobre la vida de los dos cardenales mencionados aquí, de la vida real. Si esta película la hubiesen hecho a partir de los noventas habríamos visto también la tortura física y tal vez el efecto sería mayor.
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1 comentario :

  1. Alec guinnes fue un maestro. Un genio. Y un conversó al catolicismo.
    Gran película basada parcialmente en hechos reales

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