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miércoles, 19 de mayo de 2010

The Count of Monte Cristo (2002)



The Count of Monte Cristo es una película de 2002, dirigida por Kevin Reynolds. Protagonizada por James Caviezel, Guy Pearce, Richard Harris, James Frain, Henry Cavill, Luis Guzmán y Dagmara Dominczyk en los papeles principales.

Basada en la novela de Alexandre Dumas (padre) El conde de Montecristo (Le comte de Monte Cristo), la película cuenta la historia de Edmond Dantès, joven marinero ingenuo y honesto. Hasta que un día, su vida pacífica y sus planes de casarse con la bella Mercedes son destrozados por su mejor amigo Fernando, quien lo traiciona para quedarse con Mercedes.

Edmond es condenado injustamente a la infame isla Chateau D’if, donde queda atrapado en una pesadilla durante 13 años. Allí conocerá al abate Faria que le revelará el sitio exacto de un tesoro impresionante, que le posibilita la venganza.

Steven D. Greydanus en su crítica a la película en el National Catholic Register, escribió al hacer un paralelo entre esta pelicula y The Mask of Zorro: "Monte Cristo hace un balance de sus anacronistas sensibilidades y sus exageradas escenas con emociones genuinas y una dimensión moral real — incluso, en Monte Cristo se ve una dimensión espiritual. Esta es una película de acción que también es una obra sobre moralidad, un cuento sobre injusticia y venganza que asemeja a Dios, la fe y la justicia divina."

Trama

El año es 1814, tras la caída de Napoleón y su exilio en la isla de Elba.

Un barco mercante se acerca en medio de la noche a Elba, acercándose varios hombres en un bote. Dos jóvenes marselleses se adentran en la isla para buscar ayuda. Los soldados ingleses los descubren y se produce una escaramuza, pues creen que vienen a rescatar al emperador. En ese momento, interviene Napoleón en persona y le dice al oficial inglés que él no los ha hecho venir.

Los marinos, salvados in extremis de un combate desigual, cuentan el motivo de su desembarco: Renauld, el capitán de su navío Faraón está gravemente enfermo y buscaban para él atención médica. Bonaparte les ofrece los servicios de su médico personal. Mientras éste le atiende, los dos jóvenes marselleses se retiran a descansar. Son Edmond Dantes, de origen humilde, aunque por su valor y humanidad cuenta con la confianza del fletador, Morrel. El otro es el aristócrata Fernand Mondego. Ambos son amigos desde la infancia, y conservan un ritual infantil en el que uno de los dos, al obtener una victoria en cualquier aspecto, recibe de premio una ficha de Rey de Ajedrez, y es rey por un día.

Napoleón reclama a Dantes para hablar con él a solas. Al saber del extraño gesto de la ficha de Ajedrez, Napoleón le dice al joven que en esta vida todos somos "Reyes o Peones". Le pregunta por las noticias de Francia, y le ruega que entregue una carta a un viejo amigo suyo de Marsella. Él se niega en principio, pero Napoleón le asegura que su contenido es inofensivo. Dantes no aprendió a leer y no puede comprobarlo por sí mismo. Finalmente, se confía y acepta el encargo.

Dantes vuelve a su habitación, donde Mondego le pregunta de que habían hablado. Dantes le miente y le dice que sólo quería saber noticias de Francia. Al poco, vuelve Napoleón para anunciarles que su capitán había muerto. Al amanecer, zarpan de Elba bajo la mirada de Bonaparte, quien exclama para sí <<¡Reyes y peones!>>.

Al llegar a Marsella, las cosas no le pueden ir mejor a Edmond. A pesar de sus escasos veinte años, su valor hace que Morrel le ofrezca el puesto vacante de capitán, que había ocupado de forma provisional desde salir de Elba. Con su sueldo, podrá casarse con su bella prometida, la catalana Mercedes Iguanada.

Pero a Danglars, le corroía la envidia (por ser Dantés, y no él, el próximo capitán). Fernand Mondego, su supuesto "amigo", compartía esa envidia (en su caso porque deseaba a Mercedes). Ambos desean deshacerse de Dantés. Una tarde, los dos envidiosos rivales de este se encuentran. Fernand, ebrio, escucha con atención el plan de Danglars para destruir a Dantés y encuentra el motivo perfecto: Fernand no solo había visto a Napoleón entregarle la carta a Dantés, sino que en secreto, mientras este dormía, la había leído. Y ambos le denuncian a la policía.

Después de visitar a su anciano padre, Dantés pasa la tarde con su amada Mercedes. Esa noche, la noche previa a su boda, mientras cenaba con su padre y Mercedes, varios soldados entran en la casa y arrestan a Dantés por traición.

Es llevado ante Gérard de Villefort, el Magistrado de Marsella. Dantés le cuenta su conversación con Napoleón y le entrega la carta, que consistía en un plan de huida de la isla. Admitió entonces haber sido engañado por el emperador. Villefort vio que éste había sido ingenuo, pero no culpable, e iba a dejarlo en libertad. Justo cuando se disponía a salir, el Magistrado le preguntó para quién iba dirigida la carta. <>, respondió. Villefort, al oír el nombre, se paraliza y hace un acto misterioso. Deja el asunto de denunciar la carta, y la coloca al fuego de una vela. sonríe maliciosamente mientras quema la carta, y hace que los soldados se lleven a Dantés al Castillo de If. Antes de embarcarlo, logra escaparse, y huye en caballo a casa de Mondego, ignorando que éste estaba detrás de todo. Mientras fingía ayudarle, alerta a los soldados y cuando le revela la verdad, luchan con la espada, pero Mondego es un consumado espadachín y le desarma. Al hacerlo, Dantés le pregunta con el alma destrozada el por qué de tan horrible traición, a lo que Fernand responde "Porque eres el hijo de un Don Nadie...Y yo no debo envidiarte eso": Fernand no solo envidiaba a Mercedes, envidiaba la felicidad que Edmond encontraba en las cosas más sencillas y humildes. Los soldados se lo llevan de nuevo.

En la prisión, ante las protestas de Dantés de su inocencia, el carcelero Armand Dorleac responde que ya lo sabe, pues esa prisión era sólo para personas que los poderosos encierran allí por motivos inconfesables. Lo encierran de por vida en su celda, y para que sea consciente del paso del tiempo, es azotado cada aniversario de su detención.

Mientras tanto, en Marsella, Mollet y Mercedes interceden sin éxito ante Villefort. Con ellos va también Mondego, aparentemente también para interceder por él. En realidad, cuando están a solas, logra del magistrado corrupto que les haga creer que Dantés había sido condenado y ejecutado, y así podrá casarse con Mercedes. A cambio, tendrá que hacerle un favor relacionado con su padre.

Dantés se sume en la desesperación e intenta suicidarse, pero una inscripción en la pared ("DIOS ME DARÁ JUSTICIA") le disuade, aunque acaba deseando venganza. En eso, aparece por un túnel otro prisionero, el Abate Faria, sacerdote y antiguo soldado de Napoleón, con el que acaba haciendo amistad. Faria fue encerrado por el emperador por negar saber donde estaba el tesoro del riquísimo Conde Spada. El abate le ayuda a descubrir el porqué de su cruel destino (Gérard de Villefort quería proteger su carrera y su ascensión social, evitando que le asociasen a través de su padre con los bonapartistas). Mientras cavaban un túnel, Faria le dio toda la educación que Dantés por su extracción social, no había recibido, desde Matemáticas hasta Física, incluyendo la lengua italiana. Además, por deseo de Edmundo, le enseñó a combatir y a manejar la espada a la perfección. Sin embargo, una noche, cuando al fin descubren que están a punto de encontrar la salida del túnel, hay un derrumbe, y el abate es herido de muerte por las rocas que se desmoronan sobre él. Sintiendo que su muerte se aproxima, el abate le confiesa a Edmond que en efecto él conoce el paradero del tesoro de Spada, ubicado en la legendaria y fantasmal isla de Monte Cristo, y le entrega un pequeño mapa de cómo encontrarlo y dándole el consejo de que utilice la innumerable fortuna para hacer el bien en lugar de vengarse, que es algo exclusivamente para Dios. "¡Yo no creo en Dios!" dice Edmond, a lo que el abate, responde con cariño: "Eso no importa...Él sí cree en ti". Dada su última bendición, el abate muere, dejando a su joven pupilo e hijo adoptivo envuelto en lágrimas. Este triste hecho, hace, sin embargo, que Edmond vea la luz de la libertad: Escondido, espera que los carceleros envuelvan el cuerpo del abate en una mortaja, y al salir estos, Edmond mismo se introduce, ocupando el lugar de su maestro.

Lo que Edmond no sabe es que el cementerio del Castillo de If es el Mar. Es tirado desde lo alto del alcantilado, pero se lleva consigo a Dorleac, que llevaba las llaves, al cual mata en el agua y se libera de las cadenas a las cuales estaba atado. Dantés aparece en una playa ya lejana al Castillo, donde encuentra a unos contrabandistas, que lo hacen pelear con un "traidor" de estos, llamado Jacopo. Gracias a las enseñanzas del abate, Edmond Dantés gana la pelea pero le perdona la vida a Jacopo, el cual jura ser su "hombre" de servicio para siempre. Apodado Zatarra por los contrabandistas llega a Marsella, donde el capitán lo deja libre junto a Jacopo. Dantés se entera de la situación 15 años después de su arresto.

Elenco





* James Caviezel ... Edmond Dantés
* Guy Pearce ... Fernand Mondego
* Richard Harris ... Abate Faria
* James Frain ... J.F. Villefort
* Henry Cavill ... A. Mondego
* Luis Guzmán ... Jacopo
* Dagmara Dominczyk ... Mercedes Iguanada
* Michael Wincott ... Armand Dorleac

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